Pruitt Igoe ( Proyecto fallido)
   
Yamasaki es el arquitecto más famoso por sus ruinas que por sus trabajos en pie. Su muerte en 1986 le impidió ver la caída de su obra más famosa, las torres gemelas del World Trade Center, el 11 de septiembre de 2001. No fue culpa suya el desastre, que después de todo hasta esa fecha no había ni un edificio que estuviera diseñado para resistir el embate de un avión de pasajeros tripulado por un fanático suicida. Sí tuvo ojos –y culpa también- para ver la caída de los 33 edificios de Pruitt-Igoe, ambicioso complejo residencial construido a mediados de los cincuenta en la ciudad de Saint Louis, y que sucumbió ante el ataque de las cargas explosivas y máquinas de demolición que iniciaron su embestida la tarde del 16 de marzo de 1972, 18 años después de su construcción, todo un record de rápida obsolescencia.
La destrucción había comenzado de manera silenciosa varios
años atrás, cuando sin querer queriendo el conjunto se transformó en un gueto
de población negra que fue empujada a vivir en departamentos pequeños, mal
distribuidos, horriblemente administrados, peor ventilados, y que eran servidos
por espacios comunes que en la práctica eran tierra de nadie, el lugar ideal
para la aparición de focos de delincuencia, prostitución y tráfico de drogas. 
La carga de dinamita que estalló aquella tarde de marzo de
1972 constituyó lo que para muchos fue la caída del muro de Berlín de la
arquitectura moderna, el comienzo del fin de una manera de entender la ciudad y
el habitar en ella que en los hechos proyectaba la des-humanización del espacio
construido. 
Por eso, y a pesar de los casi cuarenta años transcurridos,
el ejemplo de Pruitt-Igoe sigue vigente, y debe ser entendido antes que nada
como una lección de humildad que los arquitectos debieran siempre tener
presente (además que permite deleitarse con Kowaanisqatsi, algo que vale la
pena por sí solo).
Vídeo acerca de la demolición de Pruitt Igoe
Vídeo acerca de la demolición de Pruitt Igoe

 
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